viernes, 9 de marzo de 2018

El magnolio.

El magnolio seguirà su curso, como todo t aquello que està llamado a ser longèvo, perseguirà su altura, se robustecerà, darà cada diciembre su màs bella flor, parece como que no escucha las cntos, el maonfidencias que a menudo ella le hace, pero al tener esa primera flor lo imagìna contestàndole. 
Ella pasarà y vendràn otras y otras, pero fuè la primera, nacieron jugnolio no tiene recuerdos, solo sabe de ella, de sus cuitas y sueños, sus amores vividos y este amor otoñal no correspondido, sus silencios.

Que el magnolio no la olvide es su deseo, ser ùnica por el simple motivo
de haber confiado en èl. 
En esos dìas en que las realidades le van mostrando un punto de llegada,
cuando sabe que solo su àrbol podrà entenderla, cuando ya no hay vuelta
atràs, cuando sabe que solo le resta continuar volando, cobijarse debajo

de su sombra y contarle, es como un remanso para su alma.
No necesita decirle que la esperanza nùnca la abandonarà, hasta su final
irà de su mano, èl sabe...serà eso que quiere responderle cada diciembre
con sus primeras flores?
mcd.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Amar

Tantos pueden amar desde afuera, mirando el afuera
Tàn pocos nadar en las profundidades y ademàs, amar.
Porque no se trata de amar con el sentido de la vista,
yo digo amar las profundidades, desde la opacidad.
Amar aquello que no se vè, pero se intuye, golpèa...
a ver...atropella!

Imposible competir, màs fàcil amar desde afuera,
màs ràpido y con màs artilugios para llegar.
Amar profundidades pone a prueba el silencio,
se deja escuchar a veces,su melodìa, es tàn sensible
que pone en jaque a todas las emociones.
Como tormentas profundas en ocèanos ignotos,
nos mecemos sin miedos en ese amar.
¿Habrà màs ocèanos ignotos donde exìstan amantes
profundos, donde desprovistos de la visiòn terrena
se amen desde la opacidad?
mcd.





martes, 6 de marzo de 2018

Martita...la limpita.

Si habìa algo que se destacaba en Martita era su pulcritud un tanto èxagerada.
Ella era, a la vista del vecindario, limpia por fuera pero màs aùn por dentro.
No se sabìa a ciencia cierta cuantas horas duraban sus dìa porque a Martita
las horas le rendìan el doble.
Su casa siempre impecable, su jardìn era la envidìa de las comadronas del barrio,

sus hijos los mejores del colegio y por supuesto los màs limpitos,no habìa baches
y ella siempre arreglada, su cabello en ordèn y a la moda, sus manos impecables
a pesar que no tenìa jardinero...còmo hacia para lograr la perfecciòn se preguntaban
las que como yo observaban desde afuera esta vida idìlica?
Cierto dìa me crucè con Martita en el consultorio del psicòlogo , me sentì un poco
confundida, la persona menos indicada para estar ahì, pensaba.Me dediquè a escucharla
sin interrumpir, aunque lo hubiera deseado, las làgrimas no se hicieron rogar, era
como si su vida dependiera de mì, la sentì tàn vacìa y a la vèz notaba como se iba
liberando de trastos viejos, veìa volar escobas,baldes,se me figurò un tablero de ajedrez
volando por los aires,en un momento notè que estaba callada, su compostura habitual
habìa vuelto a la normalidad, se arreglò su cabello y se dispuso a salir, le preguntè si
anulaba su consulta y con una sonrisa amplia me dijo que no lo necesitaba màs, ya 
habìa encontrado la salida.
Pasò un mès desde ese encuentro, me asomo a mi ventana y Martita me llama desde
la vereda, me hace señas para que salga, fuì a su encuentro y la notè diferente,arreglada
como siempre pero habìa algo en su mirada,màs luminosa quizàs? me comenta que le
encantarìa salir a tomar un cafè, mirar algunas tiendas de ropa, sentarnos en una plaza 
y charlar, sin ànimo de molestarme y si estaba dispuesta, por supuesto accedì a su invitaciòn,
cafè de por medio me tocò a mì derramar algunas làgrimas y ella tambièn habrà visto
volar algùn tablero de ajedrèz , nos reìmos mucho de nosotras, mujeres que observamos
siempre la vida de otras, deseamos vivir lo que otras viven, sin saber por lo que estàn
pasando.
Martita ya no es tàn exàgerada con la limpieza,las charlas con amigas le quitàn tiempo,
ya no extraña al amor de su vida, màs bien està esperanzada y dice que cualquiera de estas
tardes sin quererlo la invitaràn nuevamente a compartir sus dìas, claro que se encontraràn
con una nueva Martita, ella dice que està aprendiendo a vivir y yo le creo.
El psicòlogo se quedò sin dos pacientes.
mcd.

de hobbies y otros temas

De hobbies y otros temas
Buscando motivaciones para no caer en la rutina, tratando de ser creativa,
mantener mi entusiasmo e ilusiòn en mis dìas es que decidì enfocarme
en aquellas cosas que me agradan, porque significan momentos placenteros,

las llamo hobbies.
El principal para mì es la cocina, disfruto elaborando recetas, puès me dà
la oportunidad de volar y soñadora como soy las imagino y les doy alas.
Por cierto muchas de ellas han ido a parar al cesto de basura, por distintos
motivos, pero, volvemos nuevamente a intentar, asì de cargosas somos
con los hobbies.
La lectura y la escritura no las considero un hobbie en mi caso, tàl vèz de 
haberlo considerado hubiera puesto empeño en ello.
Nùnca es tarde para hacer aquello que nos produce placer.
El hobbie nos aleja por momentos de las cosas rutinarìas, de aquello que
es impuesto, nos abre la imaginaciòn y jugamos, algo que muchas veces 
olvidamos por pensar que un momento de ocio es desperdiciar tiempo.
Aferrarnos a momentos para no morir en el intento por vivir.
mcd.










Un dìa que se creìa lùnes.

Saltò de la cama, aùn obnubilada por la resaca que depositò
la noche pasada, creyò que era lùnes y su alarma no habìa sonado.
Caminò tambaleàndose y logrò llegar hasta la cocina,no pensaba
aùn claramente, solo sentìa la imperiosa necesidad de un cafè,
bien negro, amargo y en un tazòn profundo.
De a poco fuè haciendo efecto su deseado cafè.
Que habìa pasado esa noche,que detalles se le perdieron, que
cosa importante habìa sucedido.
No logrò rescatar en imàgenes sus horas pasadas.
Observò que el calendario estaba en blanco, sin dìas, meses,años.
El ventanal semi abierto dejaba ver un hermoso dìa, fresco y soleado.
Querìa esbozar un sonido y no sabìa como era eso, solo le saliò una 
sonrisa y le gustò, lo intentò nuevamente y le agradò màs aùn.
La ducha ya estaba a punto y sonriendo se metiò en ella.
Su equipo deportivo le sentaba bien y con la misma sonrisa, sin recuerdos,
sin dìa, sin mes ni año, saliò a disfrutar de un dìa en blanco, fresco y soleado.
Sobresalìa, se diò cuenta, gestos adustos por doquier, no cabìa en 
su asombro, tanto dìa, tanto sol y no observaba una sonrisa, que pasaba?
A lo lejos algo brillaba y en su deseo por encontrar algo diferente corriò
a su encuentro, ambos corrieron a encontrarse y continuaron sonriendo.
Asì fuè la historia de un dìa que se creìa que era lùnes.
mcd.